LAS LACRIMACIONES EN JAMBEIRO
“María Rosa Mística”
En
las Apariciones de Jacareí se ha difundido también la gran obra de salvación
que Nuestra Querida Madre del Cielo ha hecho por medio de su siervo; el Padre
José Sazami, el cual evangelizaba barrios y ciudades por todo el Brasil en
especial en la ciudad de Jambeiro, acompañado de la Imagen Peregrina de María
Rosa Mística, con el cual operaba milagros, curas físicas y espirituales por
donde visitaba.
La
Santísima Virgen acompañó de forma definitiva su misión apostólica cuando le
sanó en un momento crucial de su vida, le enseñó una “Oración de cura” muy
milagrosa que él fue enseñando a todos por el paso de sus peregrinaciones y
evangelizaciones. Por eso le atribuían el don de la sanación.
La
Imagen de la Rosa Mística emanó en varias ocasiones el óleo milagroso y también
ha llorado lágrimas en muchas oportunidades. En Jambeiro llegó a construir un
Santuario en honor a la Rosa Mística, es el Santuario más famoso dedicado a la
Rosa Mística en Brasil. El Padre José de Jambeiro dejó su legado para aquel
pueblo y comunidad que hasta hoy día se sigue realizando.
En
Brasil; además de Jambeiro, María Santísima por medio de Su Imagen de Rosa
Mística, mostró su dolor a través de Sus Lágrimas en ‘Louveira’ también en San
Pablo, en las ciudades de ‘San Antonio’ y ‘Juiz de Fora’ en Minas Gerais.
HISTORIA DEL TÍTULO DE MARÍA <<ROSA MÍSTICA>>
La
veneración a María como Rosa Mística se remonta a los primeros siglos del
Cristianismo. El Himno Acatista, de las iglesias de Oriente, tiene la
invocación "María, Rosa Mística, de la que salió Cristo como milagroso
perfume" ... Las letanías lauretanas, que datan de 1587, también ya traían
la invocación "Rosa Mística".
Tanto
en los escritos de los Padres de la Iglesia, como en el culto mariano, aparece
el título de Rosa Mística, a través de los siglos, para alabar a la Madre de
Jesús.
En
Italia, la devoción más antigua a la Rosa Mística está relacionada con una
pequeña imagen de Nuestra Señora sosteniendo a Niño Jesús en el brazo
izquierdo, teniendo en la mano derecha una rama de rosal con una flor abierta (en la ilustración de esta página aparece
corona y con velo azul, al centro). Esta imagen fue llevada al Convento de
las Hermanas de Caridad en Cormons en 1737, cuando ocurrió un primer milagro:
del brazo y de la mano de la imagen que sostiene la rosa, escurrió con un
abundante líquido como sudor. Este fenómeno se produjo durante 15 días. Muchos
milagros se registraron desde la efusión del agua milagrosa. En 1885 fue
celebrada de manera particular, el 15 de enero, la primera fiesta de la Rosa
Mística de Cormons.
En
Alemania, el Santuario de Rosenberg alberga una imagen milagrosa de Nuestra
Señora Rosa Mística, venerada desde 1738. En el pedestal de la imagen están
tres rosas: una roja, una amarilla y una blanca. Esta imagen está en un nicho
con 13 rosas doradas a cada lado, en filas y racimos de 3, 4 y 6 flores (en la ilustración de esta página, imagen a
la izquierda, abajo).
La
más conocida devoción a la Rosa Mística está relacionada con las apariciones de
Nuestra Señora a la Pierina Gilli, bajo ese título. Estos fenómenos aún no han
sido analizados por la Iglesia, pero la devoción particular se extendió por
todo el mundo. En Montichiari, Nuestra Señora Rosa Mística se presentó en 1947
con tres rosas sobre el pecho: una roja, una amarilla y una blanca, pidiendo oración,
sacrificio y penitencia.
Estas
apariciones tuvieron lugar en Montichiari y en Fontanelle, suburbio de
Montichiari, en Italia. Los obispos de Brescia, desde 1966 hasta los días de
hoy, han prohibido la devoción pública a la Rosa Mística. En el año 2001, el
obispo actual, Mons. Giulio Sanguineti, determinó la organización de la
dispensa de los sacramentos y del culto mariano en Fontanelle, estableciendo un
sacerdote responsable por la atención de aquella comunidad. Además, una nueva
asociación de fieles - Rosa Mistica Fontanelle - fue constituida, para la
promoción y divulgación de la devoción a Nuestra Señora, en la localidad de
Fontanelle, bajo la orientación del Obispo de Brescia.
La
Rosa Mística de Montichiari se hizo conocida por todo el mundo, de tal manera
que fuera de Italia existen 4 santuarios asociados a esa devoción: en Brasil
(en Jambeiro, SP), en Venezuela, en el Líbano y en China.
En una colina de Jambeiro, está erigido un
Santuario en devoción a Nuestra Señora Rosa Mística
Fue fundada hace cerca de diez años por el franciscano
Padre José Sazami Kumagawa que se conoció como Padre José de Jambeiro, la Obra
Social Rosa Mística, instalada en la Ruta de los Tamoios, km 18,5, en Jambeiro,
es un Santuario Católico de fe y devoción mariana. Con los fieles de diversas
regiones paulistas, e incluso de otros estados del Brasil, por las manos del Padre
José, la Rosa Mística quedó conocida como lugar de curación. Son muchos los
relatos de gracias y milagros alcanzados.
El Padre José de Jambeiro era un misionero. Recorrió todo
el Brasil y pasó la vida divulgando la oración de cura. Por el don de la sanación
que poseía, él recibía donaciones de fieles agradecidos, y con ellos construyó
toda la obra de la Rosa Mística. Jesús y María llegaron a curar casos de cáncer
desacreditados por los médicos.
BIOGRAFÍA DEL PADRE JOSÉ DE JAMBEIRO
José Sazami Kumagawa, nació en Japón, el 23 de Febrero de
1920, era hijo de Kuemon Kumagawa. Hijo de familia cristiana japonesa, fue educado
en la fe y en la devoción, entró al Seminario. En 1947, Kumagawa fue ordenado
"Padre José". Trabajó en la Parroquia en Nagaski hasta 1952, y
posteriormente trasladado a Hokkaido, una isla al norte de Japón, y luego a la
parroquia católica de Akabane.
En 1959, el Padre José llegó al Brasil designado por el
Obispo de Tokio para orientar a inmigrantes que se estaban estableciendo en
haciendas-colonias. Inició entonces su trabajo misionero, entre colonos
japoneses en la ciudad de Marília en São Paulo, por 8 años. Después fue trasladado
a la Planaltina en el Estado de Paraná, donde construyó una enorme iglesia.
En 1973, fue transferido como misionero al Estado de Mato
Grosso, donde comenzó una nueva parroquia. Con las condiciones precarias, del
lugar, el Padre José cayó enfermo y fue traído a São Paulo, para tratamiento y
recuperación. Restablecido recibió una nueva parroquia en Jambeiro, interior de
San Pablo, donde actuó como misionero durante 14 años, conduciendo
peregrinaciones, predicando la palabra de Dios y bendeciendo a los enfermos.
Fue entonces que incorporó en sus actividades, la peregrinación de Nuestra
Señora de la Rosa Mística y la divulgó por todo Brasil.
Hay innumerables testimonios del poder de Dios, que
usando al Padre José como su instructor, sanó enfermos de la mente y del
cuerpo. Padre José, en su último proyecto, formó la Congregación de las
Pequeñas misioneras de Nuestra Señora de la Rosa Mística, donde cuidaba a
mujeres drogadas y alcohólicas.
Padre José permaneció hasta su fallecimiento en Jambeiro,
donde celebraba las misas dominicales para las multitudes, venidas de todos los
lugares para recibir su bendición y la sanación. Así fue conocido como Padre
José de Jambeiro. Falleció el 2 de Julio de 1997, a los 77 años de edad en olor
de santidad.
CURAS MILAGROSAS
El propio Padre José traía consigo historias de
sanaciones que sólo la espiritualidad puede explicar. Japonés, nacido en
Nagasaki el 23 de Febrero de 1920, vivió el drama de la bomba atómica, perdió
amigos y compañeros, y sólo no fue víctima de la explosión nuclear porque no
estaba en la ciudad en el día del ataque. María Santísima ciertamente ya le iba
protegiendo desde siempre.
La salud del misionero fue precaria toda la vida. En la
ocasión de su ordenación, el religioso sufría con una herida que podría
impedirle hacer los votos. Si no se curaba, no podría ser ordenado. En las
vísperas de la ordenación, él tomó una estampa de San José, lo ató junto a la
herida, oró y se fue a dormir. Al día siguiente estaba curado. El nombre José
fue entonces adoptado por él en devoción al Santo Patriarca San José.
EL ENCUENTRO MISTERIOSO CON MARÍA SANTÍSIMA
Años más tarde, internado en un hospital con serios
problemas en los pulmones, el sacerdote recibió la visita de una Señora,
vestida de blanco, que pensó ser una enfermera, y que le enseñó una oración de
sanación milagrosa. El Padre oró y se curó, pero cuando buscó por la enfermera
en el hospital, nadie conocía a la mujer con tal descripción. El ha recibido la
oración directamente de Nuestra Señora.
La famosa Oración fue enseñada por el Padre José de
Jambeiro a todos, en especial los enfermos espirituales y corporales obteniendo
gracias fenomenales:
ORACIÓN DE CURA
(Enseñada por la Santísima Virgen al Padre José)
“Jesús ayúdame,
Jesús cúrame,
Gracias, Jesús.
Yo te amo, Jesús.”
LA OBRA SOCIAL IMPULSADA POR EL PADRE JOSÉ
DE JAMBEIRO
La Obra Social Rosa Mística fue fundada por el Padre José
de Jambeiro con el objetivo de atender a ancianos y niños, principalmente, para
un trabajo social. Por falta de recursos el trabajo fue limitado, pero aún hoy
se distribuyen cestas básicas, sillas de ruedas, remedios, camas de baño y
camas hospitalarias a los enfermos.
Toda la obra fue construida para ser un Santuario Internacional
de devoción a la Virgen, representada en todas las formas por las cuales Ella
ya apareció en el mundo. Nuestra Señora Rosa Mística es la patrona del Santuario,
y en su homenaje se ha cultivado un inmenso jardín de rosas blancas, rojas y amarillas,
que representan, respectivamente, oración, sacrificio y penitencia, los pedidos
de la Virgen María a la humanidad.
En el jardín, imágenes de Nuestra Señora de la
Concepción, en el cantero de la oración; de la Piedad, entre las rosas rojas
del sacrificio; y de Nuestra Señora de las Gracias, en el sitio de la
penitencia, complementan la idea de la alabanza internacional a la Madre de
Cristo.
El complejo de la obra también alberga Capillas de
Nuestra Señora del Carmen y de la Salud, y una delicada imagen de Nuestra
Señora Auxiliadora, en el patio donde inicialmente se celebraron las misas
campesinas, que precisó ser sustituido por un área mayor. En el interior de la
iglesia existen otras representaciones de María pintadas en las paredes.
Fallecido el 2 de Julio de 1997, el padre José de
Jambeiro está enterrado en el complejo de la Rosa Mística, según su voluntad.
Su tumba fue erigida por su sucesor, el Padre Edson. Junto a él hay una imagen
de Nuestra Señora Aparecida, patrona del Brasil, y, guardándolo, tres ángeles,
los directores de la Rosa Mística. En la lápida de mármol está la oración de
sanación, que fue el símbolo de su trabajo religioso.
UN TESTIMONIO DE CURA ALCANZADA
En
el día 14 de Octubre de 1992, el Padre José Samazi Kumagawa (conocido por el
padre Zezinho do Jambeiro) trajo la imagen de Nuestra Señora de la Rosa Mística
para ser recepcionada en la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios en el
barrio Cambuci en San Paulo, donde en la ocasión fue celebrada una misa. Una
réplica de la imagen fue ofrecida por el padre Zezinho de Jambeiro, para ser
entronizada y expuesta a la veneración de devotos en la iglesia. La imagen de
Nuestra Señora de la Rosa Mística es conocida por los dones de cura a ella
atribuidos.
En
aquellos días yo estaba en tratamiento de un cáncer en las cuerdas vocales y
acompañado de mi madre fui a participar de la misa, confiado en que algo iba a
suceder. Ella pidió al Padre Zézinho y al párroco, Padre Luis (ya fallecido)
para que me dejara llevar la imagen de la Virgen durante la procesión y
ceremonia de coronación que se celebraría durante la misa.
Con
mucha fe, llorando mucho por la emoción e implorando a la Santa Señora de la
Rosa Mística que me curara de la enfermedad, llevé esa pequeña imagen para dentro
de la iglesia, la coloqué sobre el altar preparado y en el momento oportuno, delante
del aplauso de los fieles presentes, coloqué la corona dorada en su cabeza.
Ocurrió
una cosa interesante: durante la caminata hasta el altar, cargando la imagen bien
en lo alto, sentí un perfume maravilloso de rosas y algunos de los pétalos que
estaban en la imagen cayeron sobre mí cubriéndome la cabeza y los hombros.
Sentí una paz profunda y un alivio inmediato de los dolores que sentía.
Agradezco
a Nuestra Señora de la Rosa Mística por el milagro, a mi madre y a mi familia
que estuvieron a mi lado durante todo el tiempo, rezando conmigo y animándome a
luchar contra ese mal. Yo sé que fue Nuestra Señora que me curó y por eso doy
testimonio y canto gracias a Dios eternamente por las maravillas que en mí Él
realizó.
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